Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
En años recientes ha sido noticia el aumento alarmante de personas con necesidad de usar lentes para corregir su vista. Contrario a lo que se piensa, la población joven alrededor del mundo no está exenta de padecer de una vista deficiente, requiriendo de anteojos correctivos para solucionar sus discapacidades visuales.
En México, la UNAM ha pronosticado que para el 2025 es probable que 7 de cada 10 niños padezcan de miopía, y que actualmente la población mexicana que padece de algún defecto refractivo oscila en un 80%.
Todo parece indicar que la edad en la que aparecían estas afecciones (como la
miopía, el astigmatismo y la hipermetropía) ha ido disminuyendo, y como resultado, son cada vez más los jóvenes que se ven perjudicados en su agudeza visual.
Los especialistas aún no determinan con exactitud a qué se debe el incremento de la población que necesita de lentes, pero se cree que puede deberse a factores genéticos y ambientales (epigenéticos), que desencadenarían en conjunción este aumento en la población afectada por defectos refractivos. Entre las posibles causas se encuentran una muy baja exposición a la luz solar en contraste a pasar muchas horas bajo luz artificial (de bombillas, pantallas y otros dispositivos).
A lo anterior hay que sumar que el estilo de vida de un adolescente puede contribuir al uso de anteojos. Por ejemplo, practicar deportes es muy bueno para la salud en general, pero un golpe en el ojo puede derivar en una afectación a la salud visual, por lo que es recomendable usar gafas protectoras y el equipo de seguridad adecuado si se trata de deportes de contacto, al igual que gogles en el caso de los deportes acuáticos.
Aunque la exposición a la luz natural también es benéfica para la salud visual, la sobreexposición a los rayos UV del sol puede representar un problema en el corto plazo, como con la aparición de pterigión, afectación carnosa que aparece en el ojo y que es muy común en jóvenes que pasan largas jornadas bajo el sol. En este apartado se recomienda el uso de lentes de sol que bloqueen de manera eficiente la luz ultravioleta.
Por último, uno de los mayores errores que se puede cometer siendo joven es evitar el uso de lentes por razones estéticas. Esto no sólo puede agravar el defecto visual en cuestión, sino que puede tener consecuencias graves en la salud del ojo a largo plazo. En la actualidad, hay un amplio espectro de gafas que se pueden ajustar a cualquier gusto, e incluso existe la opción de usar lentes de contacto que son prácticamente imperceptibles al usarse, además de opciones como la cirugía láser refractiva, que corrige de manera permanente cualquier tipo de defecto refractivo y que puede ahorrar una vida de gastos en la reposición de gafas o de lentillas.
No pienses que los jóvenes no pueden tener problemas visuales sólo por gozar de una buena salud en general. Evita que pequeñas molestias se conviertan en graves afectaciones para tu estilo de vida; solo basta con una breve visita al oftalmólogo para despejarse de toda duda y comenzar a cuidar de tu salud visual.
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