Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
Según la Organización Mundial de la Salud, la presbicia es uno de los cuatro errores de refracción más comunes (junto con la miopía, hipermetropía y el astigmatismo). Hace diez años se calculaba que había 153 millones de personas afectadas por estos defectos refractivos, y el porcentaje de personas con presbicia representa una porción muy significativa.
La presbicia o vista cansada tiene como consecuencia la dificultad para enfocar de cerca, y es normal que se presente en la población cercana a la edad de cuarenta años. A diferencia de los otros defectos refractivos éste se asocia a la vejez de los ojos. Este problema puede afectar actividades cotidianas como la lectura, la conducción de vehículos, la percepción del entorno y otras tareas que requieran de enfoque y precisión visual.
Esta ocurre cuando el cristalino se endurece, perdiendo así su capacidad para cambiar de forma y enfocar diferentes distancias. Como ya se mencionó, se trata de un proceso paulatino que le sucede a todas las personas con la edad.
Existen dos métodos quirúrgicos que pueden acabar con la presbicia. El primero se trata de la cirugía láser, que, de igual forma que se hace con la miopía e hipermetropía, se moldea la córnea hasta que se corrige el defecto refractivo.
El segundo método es la llamada cirugía intraocular, que consiste en el reemplazo del cristalino por un lente intraocular multifocal. Los dos tipos de cirugía garantizan que el paciente no tenga que volver a usar gafas, sin embargo, será cuestión del médico determinar que procedimiento es el más adecuado para cada caso.
Ambos procedimientos son muy simples y no tardan más de 15 minutos. Se usan gotas analgésicas para preparar los ojos, son intervenciones indoloras y las complicaciones son extremadamente infrecuentes. Se establecen citas para darle seguimiento a la recuperación que es casi inmediata. Los principales cuidados se tienen dentro de las primeras 24 horas y hasta la primera semana después de la operación, según determine el médico.
Los cuidados postoperatorios son sencillos e implican evitar actividades físicas por unos días, así como otras actividades que puedan irritar los ojos (como la natación o el acudir a saunas). De la operación los pacientes salen por su propio pie una vez determinado que la operación fue exitosa y pueden seguir con su vida regular, exceptuando las actividades mencionadas previamente hasta que el doctor les dé de alta.
Acude a un especialista para que valore tu caso y determine la mejor manera para proceder, mientras, esperamos que esta información aclare un poco tus dudas.
¡Que la presbicia no cambie tu estilo de vida!