Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
En México uno de cada 10 niños nace con astigmatismo (Secretaria de Salud, 2016), y de no ser detectada a tiempo puede devenir en una vista deficiente a lo largo de los años.
El astigmatismo es un defecto refractivo que impide enfocar claramente objetos tanto cercanos como lejanos. Es causado por una curvatura anormal de la córnea, que en un ojo normal debe ser redonda, pero en uno con astigmatismo adquiere una forma ovalada en sus meridianos, provocando una deficiente refracción de luz hacia la retina.
Como resultado de lo anterior, el astigmatismo causa una percepción distorsionada o borrosa en la capacidad visual, y cuando no tratamos este problema visual puede derivar en dolores de cabeza, fatiga ocular, y también puede derivar en estrabismo.
Otra característica del astigmatismo es que, a menudo, se presenta en conjunción con otros defectos refractivos como la miopía y la hipermetropía.
En adultos, detectar el astigmatismo puede ser sencillo, ya que este podrá notar de manera directa cómo hay una reducción en la agudeza visual, al igual que fatiga o dolor de cabeza tras una actividad que requiera un uso constante de la vista. Una forma sencilla de detectarlo es, si al caminar de noche las luces se ven muy intensas y borrosas.
Sin embargo, en el caso de los infantes puede ser más complicado de detectar,
principalmente porque los niños no suelen percibir que hay algo malo con su vista y, al estar acostumbrados a ella, tampoco se quejan.
Es indispensable llevar al niño a revisiones periódicas (es recomendable una vez al año) cuando este alcance los 5 años, porque, aunque el ojo madura y se estabiliza entre los 6 y los 12, es a partir de esta edad donde actividades como leer, escribir y diferenciar signos le serán requeridas en la escuela. Lo mejor es que, de tener problemas visuales, un especialista los detecte a tiempo y ayude a minimizar su impacto, pues también está probado que una baja en la agudeza visual puede afectar en el rendimiento académico en etapas tempranas.
A la fecha, los médicos y especialistas todavía desconocen las causas que provocan la forma achatada de la córnea, pero se piensa que los factores pueden ser genéticos y ambientales, aunque también es posible la aparición de astigmatismo tras un golpe o lesión en los ojos.
Al igual que los otros defectos refractivos, el astigmatismo puede ser fácilmente corregido con el uso de gafas o lentes de contacto, y también con cirugía refractiva láser para una corrección permanente de la agudeza visual. Pregunta a tu oftalmólogo cual podría ser la opción que mejor se ajuste a tu caso. En México uno de cada 10 niños nace con astigmatismo (Secretaria de Salud, 2016), y de no ser detectada a tiempo puede devenir en una vista deficiente a lo largo de los años.
El astigmatismo es un defecto refractivo que impide enfocar claramente objetos tanto cercanos como lejanos. Es causado por una curvatura anormal de la córnea, que en un ojo normal debe ser redonda, pero en uno con astigmatismo adquiere una forma ovalada en sus meridianos, provocando una deficiente refracción de luz hacia la retina.
Como resultado de lo anterior, el astigmatismo causa una percepción distorsionada o borrosa en la capacidad visual, y cuando no tratamos este problema visual puede derivar en dolores de cabeza, fatiga ocular, y también puede derivar en estrabismo. Otra característica del astigmatismo es que, a menudo, se presenta en conjunción con otros defectos refractivos como la miopía y la hipermetropía.
En adultos, detectar el astigmatismo puede ser sencillo, ya que este podrá notar de manera directa cómo hay una reducción en la agudeza visual, al igual que fatiga o dolor de cabeza tras una actividad que requiera un uso constante de la vista. Una forma sencilla de detectarlo es, si al caminar de noche las luces se ven muy intensas y borrosas.
Sin embargo, en el caso de los infantes puede ser más complicado de detectar, principalmente porque los niños no suelen percibir que hay algo malo con su vista y, al estar acostumbrados a ella, tampoco se quejan.
Es indispensable llevar al niño a revisiones periódicas (es recomendable una vez al año) cuando este alcance los 5 años, porque, aunque el ojo madura y se estabiliza entre los 6 y los 12, es a partir de esta edad donde actividades como leer, escribir y diferenciar signos le serán requeridas en la escuela. Lo mejor es que, de tener problemas visuales, un especialista los detecte a tiempo y ayude a minimizar su impacto, pues también está probado que una baja en la agudeza visual puede afectar en el rendimiento académico en etapas tempranas.
A la fecha, los médicos y especialistas todavía desconocen las causas que provocan la forma achatada de la córnea, pero se piensa que los factores pueden ser genéticos y ambientales, aunque también es posible la aparición de astigmatismo tras un golpe o lesión en los ojos.
Al igual que los otros defectos refractivos, el astigmatismo puede ser fácilmente corregido con el uso de gafas o lentes de contacto, y también con cirugía refractiva láser para una corrección permanente de la agudeza visual. Pregunta a tu oftalmólogo cual podría ser la opción que mejor se ajuste a tu caso.