Cuando se padecen cataratas, la opinión general de los especialistas es someterse a una cirugía en el momento que la agudeza visual se deteriore por debajo del 40% de visión. Es decir, debe operarse cuando comienza a ser un problema para la visión del paciente. Sin embargo, al esperar este porcentaje, la visión se deteriora en un 0.5 %, en otras palabras, habrá situaciones de incomodidad en quien presente esta afección.
¿En qué consiste esta cirugía?
Previo a la cirugía, debe realizarse un estudio que permita medir la potencia del lente intraocular que reemplazará al cristalino.
Una vez que el paciente esté listo, se procede a la intervención, misma que consiste en la extracción del cristalino opaco (catarata), posteriormente se reemplaza por un lente intraocular. Esta técnica se llama facoemulsificación y se basa en la fragmentación del cristalino por ultrasonido. Las incisiones son pequeñas, sin puntos. La duración aproximada es de 15 minutos.
Una vez realizado el procedimiento y pasadas cuatro horas, se debe retirar el parche colocado por el cirujano. Una vez retirado el parche, el paciente debe iniciar un tratamiento con gotas y usar lentes oscuros. Los medicamentos recetados, deben tomarse en los horarios establecidos, siempre que el paciente se encuentre despierto. En caso de que exista secreción o lagañas constantes, estas deben removerse cuidadosamente con agua.
Como verás, los cuidados antes y después de la cirugía de cataratas son fáciles de seguir, siempre y cuando se realicen de acuerdo a lo indicado por el médico. Recuerda que si tienes alguna molestia posterior, es importante que lo notifiques a tu médico, quien te dará la mejor solución a tus problemas.
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