Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
La cirugía refractiva se ha vuelto una solución muy práctica y sencilla para corregir cualquier tipo de defectos visuales, sin embargo, no cualquier persona es candidata a tal procedimiento. Esto nos lleva a la pregunta, ¿cómo puedo saber si soy candidato para una cirugía de este estilo?
Para responder a esta interrogante, te dejamos una serie de pautas que te pueden orientar. No obstante, el que tendrá siempre la última palabra será un oftalmólogo especializado:
- Tener un defecto refractivo: aunque obvio, cualquier persona con un defecto refractivo como la miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia puede ser un candidato potencial.
- La dioptría debe ser estable: si bien, es común que las dioptrías aumenten con el paso del tiempo, es importante que la tuya se mantenga estable o con un crecimiento relativamente normal por al menos dos años. Esto es debido a que una dioptría que es constantemente irregular puede ser signo de una enfermedad adicional y en ese caso, la cirugía ya no es una opción de momento, lo que nos lleva al siguiente punto
- Tener una buena salud visual y general: los defectos refractivos, como tal, no son definidos como enfermedades del ojo. No obstante, y como es mencionado en el punto anterior, tener una enfermedad adicional en el ojo como el queratocono, la uveítis, e infecciones como herpes en la zona ocular nos quita la posibilidad de ser candidatos. Los golpes o traumas en los ojos también son tomados en cuenta para ciertos casos. Por último, otras afecciones del cuerpo como la diabetes, el lupus, VIH y otras enfermedades autoinmunes son impedimento para este procedimiento.
- En el caso de las mujeres se recomienda no operarse durante el embarazo, pues esto también podría variar el número de dioptrías presentes en el ojo, dificultando un diagnóstico oportuno.
- La mayoría de los médicos prefiere operar una vez cumplida la mayoría de edad ya que los ojos terminan su desarrollo en esa etapa. Recordemos que al madurar las dioptrías suelen estabilizarse.
- Consultar con un oftalmólogo: por supuesto, mucho de lo anterior saldrá a flote durante una consulta. Además de todo lo anterior, se debe tener en cuenta el tamaño de las pupilas o el grosor de la córnea, datos que sólo un médico podrá darte con exactitud, por ello, sólo una consulta podrá garantizar sí en verdad eres candidato para la operación.
Aún si no eres candidato para la cirugía láser, hay otro tipo de tratamientos que pueden serte útiles, pero no lo sabrás sino hasta que te acerques a tu oftalmólogo de confianza y preguntes.
¡Te esperamos para resolver todas tus dudas!
