La gran mayoría de las especialidades médicas son muy claras. Es fácil identificar el especialista al que debes acudir cuando te duele el estómago o cuando te fracturas un brazo. Sin embargo, cuando se trata de la salud visual, puede resultar un poco difícil identificar con quien debo acudir, ya que ambas profesiones (oftalmólogo y optometrista) son complementarias y, aunque mantienen una relación muy estrecha, sus funciones son diferentes, ¿Cómo saber entonces si debes ir al óptico o al oftalmólogo?
A continuación, te daremos algunas pautas que te ayudarán a decidir a qué profesional debes llamar para pedir una cita.
Acudir con un oftalmólogo
Recuerda que un oftalmólogo es un médico cuya función es diagnosticar, tratar y prevenir cualquier enfermedad ocular, así como intervenir en las operaciones de cirugía refractiva.
Entre los casos que debes considerar, se encuentran los siguientes:
- Sensación de arenilla en el ojo
- Ardor en los ojos
- Ojos rojos
- Dolor de ojos
- Derrame ocular
- Traumatismos
- Disminución repentina de la agudeza visual
- Pérdida de visión, parcial o total
Acudir con un optometrista
También llamado óptico-optometrista. Se trata de un profesional sanitario, pero no un médico. Entre sus principales funciones está la de determinar el estado de salud del sistema visual y valorar la refracción.
En la mayoría de los casos y debido a su cercanía, suele ser el primer contacto al que acudimos para detectar problemas visuales y refractivos. Este profesional ofrece la mejor solución en forma de gafas, lentes de contacto o terapia visual.
Además, también está capacitado para detectar trastornos sistemáticos no sospechados como la hipertensión ocular.
Entre las situaciones que son revisadas por un optometrista, se encuentran las siguientes:
- Cuando no ves bien, de lejos o de cerca
- Cuando presentas cansancio de ojos o dolor
de cabeza al leer - Cuando tienes problemas para conducir
de noche - Cuando se presenta una ligera desviación
del ojo - Sensibilidad a la luz del sol
Considera que si has sufrido una disminución brusca de la visión, un golpe, o tienes el ojo rojo, o con excesivo lagrimeo, acudas a un oftalmólogo para ser evaluado. Sin embargo, si se trata de una revisión rutinaria de la vista, para adaptación de lentes de contacto, gafas o terapia visual, el optometrista es el profesional sanitario capacitado para ello. Además, te puede derivar al oftalmólogo si considera necesario la evaluación de un médico.