Uno de los padecimientos más frecuentes es la miopía, la cual puede aparecer a una edad muy temprana. Recordemos que esta afección es un defecto refractivo que se caracteriza por provocar que los objetos lejanos se vean borrosos, y ocurre cuando el ojo no refracta correctamente la luz, principalmente por tres razones: Porque el ojo es más largo de lo normal, siendo ésta la causa más frecuente, la curvatura de la córnea es elevada, o porque aumente la potencia dióptrica del cristalino.
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2050 la mitad de la población mundial podría tener este padecimiento, por lo que se deduce que es una de las condiciones oculares más comunes.
Algunos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de desarrollar miopía, tales como:
Genética. La miopía suele heredarse. Si alguno de tus padres tiene miopía, esto aumenta tu riesgo de desarrollar el trastorno. El riesgo es aún mayor si ambos padres tienen miopía.
La lectura y los trabajos a corta distancia. La fatiga por enfocar, proveniente de lectura excesiva o de sujetar un libro o dispositivo eléctronico demasiado cerca de los ojos durante períodos extensos de tiempo, pueden aumentar el riesgo de miopía en los niños, aunque nadie ha sido demostrado con certeza.
Condiciones ambientales. Algunos estudios apoyan la idea de que pasar poco tiempo al aire libre puede aumentar las probabilidades de desarrollar miopía.
Para la corrección de sus síntomas existen diversos tratamientos: el más común es el uso de lentes de aumento, cuya graduación depende del nivel de avance de la miopía. Sin embargo, este padecimiento se va desarrollando de manera gradual conforme aumenta el tamaño del globo ocular, por lo que a partir de la edad adulta (18 a 22 años) es cuando el ojo deja de crecer y se espera exista estabilidad de la miopía. Como se mencionó anteriormente, el uso de gafas es un recurso aconsejado por varios especialistas.
Con el avance de los procedimientos médicos, contamos con otras opciones para corregir esta condición. La cirugía láser es una de ellas, sin embargo se recomienda que para someterse a este procedimiento, los ojos afectados hayan llegado a su límite de crecimiento y que tengan una graduación estable. Una vez cumplidos estos requisitos, el paciente se convierte en el candidato ideal para la cirugía láser. Así mismo se pueden implantar lentes intraoculares en determinados casos de miopías elevadas.
Si tienes más dudas sobre estos procedimientos y sus implicaciones puedes leer nuestros artículos anteriores o bien comunicarte con nuestros asesores y especialistas, quienes te brindarán toda la información que necesites. Recuerda que tu salud visual es importante, así que te invitamos a tomar todos los cuidados y medidas necesarios.