Si has tomado la decisión de operarte de cataratas, es importante que sepas que existe una gran cantidad de lentes intraoculares que pueden sustituir a tu cristalino. Esta variedad depende de las necesidades visuales del paciente después de someterse a una intervención ocular que requiera la extracción del cristalino.
Con base en estas necesidades, el oftalmólogo podrá determinar cuál es la mejor opción para el paciente. Entre los lentes intraoculares más comunes se encuentran los siguientes.
Lentes monofocales
Estos solo corrigen la visión a una única distancia, ya que se calcula su potencia en dioptrías para enfocar correctamente la imagen de lejos. A pesar de que se colocan lentes intraoculares, no se descarta el uso de lentes de armazón que permitan a los pacientes ver bien en determinadas distancias, sobre todo en el caso de actividades como la lectura, costura, trabajo en computadora, entre otros.
Lentes bifocales
Permiten enfocar a dos distancias a la vez, es decir, el paciente podrá ver las imágenes situadas a distintas distancias (lejos e intermedia) sin la necesidad de usar lentes de armazón. Este tipo de lentes producen pocos efectos secundarios en la visión nocturna y en la calidad de la vista.
Lentes trifocales
El diseño de este tipo de lentes se ha realizado para cubrir las tres distancias (lejos, intermedia y cerca), por lo que no se requerirá el uso de lentes de armazón. Sin embargo, una desventaja frecuente radica en que los pacientes notan halos en ambientes oscuros y requieren de más luz para leer textos en letra pequeña.
Como se mencionó anteriormente, al final será el médico quien tenga la última palabra, así que es importante que te asesore adecuadamente para que tomes la mejor decisión. Recuerda que es importante que estés cien por ciento informado, antes de someterte a este tipo de intervenciones.
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