El ojo seco es uno de los problemas más frecuentes en la consulta oftalmológica. Afecta a millones de personas y, aunque parece algo menor, puede generar gran incomodidad y afectar la visión si no se trata.
El ojo seco aparece cuando los ojos no producen suficiente lágrima o cuando la calidad de la lágrima no es adecuada. Las lágrimas cumplen un papel vital: lubrican, nutren y protegen la superficie ocular. Sin ellas, los ojos se irritan, arden y se sienten incómodos.
Dejar el ojo seco sin atender puede dañar la superficie ocular, causar inflamación crónica e incluso aumentar el riesgo de infecciones. Por eso es importante identificar la causa y aplicar el tratamiento correcto.
Dependiendo de la gravedad, los tratamientos pueden incluir:
En VIDERE realizamos un diagnóstico personalizado para determinar la causa de tu ojo seco y darte el tratamiento más adecuado. Agenda tu revisión y dile adiós a la incomodidad.