Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
El campo de la oftalmología y la salud ocular ha tenido un importante avance en sus métodos y tratamientos durante los últimos años. Gracias a ello, es cada vez más frecuente que se elija la cirugía ocular para arreglar defectos tan comunes como la miopía y el astigmatismo.
Hay que aclarar que existe una amplia variedad de cirugías oculares, pues como podrás adivinar, el ojo puede sufrir una cantidad variada de aflicciones, con diferentes orígenes y por ello, con diferentes tratamientos.
Por esta razón, aquí te recopilamos un grueso de varios tipos de cirugías oculares, no sin antes recordarte que cada paciente es un caso particular, por lo que es necesario una consulta antes de saber si necesitas o eres candidato a una.
Por su puesto, existen otro tipo de cirugías como el trasplante de córnea o queratoplastia, pero estos procedimientos ya son en casos particulares, mientras que los que te hemos listado se ocupan principalmente para corregir los defectos refractivos de la vista.
Una vez más, no se trata de elegir indiscriminadamente un tratamiento sobre otro, sino de saber si se es apto para cualquiera de estas operaciones. Para saberlo, acude a una clínica oftalmológica de confianza, pues solo un experto podrá recomendarte el procedimiento que será el más adecuado para ti.
Entre los defectos de la vista, el astigmatismo es uno de los más comunes junto a la miopía e hipermetropía. Aun así, es uno de los menos entendidos pese a que un gran porcentaje de la población puede presentarlo, por lo que aquí te explicaremos qué es, cómo detectarlo y qué medidas puedes tomar para corregir tu visión.
¿Qué es el astigmatismo?
De manera general, el astigmatismo es una anomalía del ojo donde la curvatura de la córnea o el lente del este se presenta de forma irregular, por lo que este es incapaz de refractar correctamente la luz. Debido a esto, las personas con astigmatismo no pueden enfocar de manera correcta, tanto objetos cercanos como lejanos. En gran parte de los casos este defecto es diagnosticado en conjunto con defectos como la miopía e hipermetropía.
Aunque no hay estudios concluyentes, la herencia genética parece ser determinante para su aparición. También como consecuencia de alguna lesión en el ojo o como resultante de otro padecimiento.
¿Cómo detectar si tengo miopía?
Algunos de los síntomas más comunes son visión borrosa o distorsionada, fatiga visual, enrojecimiento ocular, necesidad de entrecerrar los ojos para ver con mayor claridad, dificultad para cambiar de enfoque y dolor de cabeza debido al esfuerzo.
Es común que los pacientes con astigmatismo leve no perciban estos síntomas, pero a medida que los ojos van desarrollándose hasta la edad adulta, estos se pueden ir acrecentando, por lo que a las primeras señales es importante acudir a un especialista que nos explique con exactitud el tipo de astigmatismo que padecemos (que puede ser simple, compuesto y mixto).
Tratamientos
Al igual que con la miopía e hipermetropía, la solución más común es la utilización de lentes o gafas, con la particularidad de que éstas serán de las llamadas tóricas o cilíndricas para ajustar la refracción de luz originada en la curvatura irregular de nuestra córnea. También puedes adquirirlas sin ningún tipo de problema como lentes de contacto.
La cirugía laser ofrece una solución permanente al problema y garantiza que ya no requieras de lentes. Este es un procedimiento seguro que se ha ido perfeccionando a lo largo de las décadas, que por su efectividad se ha vuelto una opción a tener muy en cuenta con respecto a la salud visual.
Esperamos haberte aclarado en qué consiste este defecto de la vista. Si has sentido algunos de estos síntomas o conoces a alguien cercano que se queje de estas afecciones, no duden en acudir a un oftalmólogo, pues él podrá recomendarte con exactitud el tipo de tratamiento que se ajuste a tu caso particular.