La cirugía láser ocular es uno de los procedimientos más rápidos y sencillos que se practica en la oftalmología moderna. El propósito de esta es corregir de manera definitiva los defectos refractivos, tales como la miopía, hipermetropía, presbicia y astigmatismo del globo ocular, logrando así una mejor vista sin la necesidad de usar lentes o anteojos.
La gran mayoría de la población puede ser candidata para este tipo de intervención, sin embargo, hay ciertos casos en los que, por características del estado de salud actual del interesado, este no puede ser considerado como apto. Algunas condiciones pueden cambiar con el paso del tiempo, convirtiendo a una persona que un principio era no apta, lo sea en un futuro. Estos son algunos ejemplos de lo anterior:
● Jóvenes
La cirugía ocular no está recomendada para menores de edad, y esto es porque el aparato ocular aún no se ha desarrollado por completo, lo que significa que existe la posibilidad de que la dioptría del ojo puede cambiar de manera natural. Por lo anterior solo se recomienda realizar la cirugía una vez alcanzada la mayoría de edad (alrededor de los 20 años) cuando el aparato visual llegue a su madurez y su graduación se vuelva estable.
● Embarazo y lactancia
Durante el embarazo el cuerpo de la mujer pasa por una serie de cambios, y los ojos no son la excepción. En este caso, variaciones en la presión intraocular, aumento en el grosor y curvatura de la córnea y disminución en la producción lagrimal harán imprecisa una valoración durante este periodo para realizar una operación láser. La mayoría de estos cambios son de carácter temporal y el cuerpo mismo se regularizará una vez finalizado el periodo de gestación y lactancia. Por ello resulta imposible realizar una cirugía ocular durante el embarazo, pero lo será una vez que el cuerpo haya finalizado con dicho proceso.
● Bajo ciertos medicamentos
Existen casos en los que una persona padece alguna enfermedad que le hace requerir usar medicamentos que podrían afectar la recuperación del ojo o cuyos medicamentos hagan imprecisos un estudio del ojo. Personas con enfermedades autoinmunes y reumáticas no son candidatos, pero en el caso de las enfermedades reumáticas, por ejemplo, existe la posibilidad de que no se tenga una del tipo crónico, por lo que una posible intervención no es descartable. Un especialista será quien determine cuál es la mejor manera de proceder.
Si te encuentras en alguna de estas posibilidades, es posible que en un futuro puedas acceder a una operación para mejorar tu visión. Lo mejor es que consultes con tu oftalmólogo para que te oriente en cuanto a tu caso.