Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
Cuando se trata de nuestra salud las revisiones periódicas deberían ser una prioridad. Ya sea por ajetreo de la vida moderna, o por la falta de conciencia con respecto a hábitos saludables, muchos no van ni siquiera a un chequeo anual con su doctor de cabecera.
Si ya es difícil que se consulte al médico general, se vuelve más complicado con médicos especialistas. A menudo solo vamos al oftalmólogo cuando nuestro problema se vuelve muy evidente o demasiado insoportable como para seguir ignorándolo. Está por demás decirlo, pero hay que evitar llegar a este punto.
Entonces, ¿cuándo hay que acudir a un oftalmólogo?
Bueno, como todo en el campo de la medicina, depende del paciente y de sus características. Un factor determinante es la edad, ya que se recomienda llevar a los pequeños a una consulta a partir de los 5 años. Sin embargo, si tú ya observas que se le dificulta hacer uso de su visión, es recomendable ir desde ese momento.
A partir de la adolescencia y hasta la tercera edad es recomendable acudir al oftalmólogo al menos una vez al año.
Es muy común que conforme tenga más edad requiera de visitas más frecuentes dado que nuestra visión se degrada con el tiempo, al igual que el resto del cuerpo humano.
¿Siente algún síntoma relacionado a su vista, como lo pueden ser ojos resecos, llorosos, dolores de cabeza, dificultad para enfocar (ya sea estando cerca o a distancia) o cualquier tipo de irritación en el ojo y la zona circundante? De ser su caso, es necesario que acuda con un especialista.
Dejar pasar un síntoma creyendo que es algo pasajero puede ser muy contraproducente para su salud visual, pues a menudo estos males se agudizan, y lo que pudo ser un tratamiento sencillo puede volverse un dolor en su calidad de vida y en su bolsillo.
Otro factor que considerar es su expediente médico familiar. Si en su árbol genealógico hay condiciones como el daltonismo, glaucoma, nistagmo, e incluso miopía y otras variantes, es sumamente recomendable que vaya al oftalmólogo. Más que una recomendación es una consulta obligada en los pequeños, pues un diagnóstico temprano puede ahorrarnos molestias y sustos a futuro. Si usted tiene conocimiento de estos males en su familia también vale la pena que se de la oportunidad de ir a consultar.
Lo anterior incluye males que podríamos pensar no están asociados a la vista. Una personas diagnosticada con diabetes debería acudir al oftalmólogo, pues esta enfermedad incrementa el riesgo de otras como el glaucoma, las cataratas y la retinopatía diabética.
Por supuesto, si usted ha sufrido recientemente una lesión en el globo ocular es necesario que vaya para un tratamiento oportuno. El párpado funge como principal protector del ojo, sin embargo, no es suficiente si se recibe un golpe muy fuerte en esa zona. Ir será lo mejor para descartar que el daño pase a mayores.
Estas podrían ser las principales razones por las que deberías ir al oftalmólogo. No ignores tus síntomas ni pienses que son algo pasajero, pues pueden ser indicios de un problema mayor, ¡lo mejor que puedes hacer es descartar esta posibilidad en una consulta!
Un diagnóstico temprano hace la diferencia, no lo dejes para después.