Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS).
La miopía es uno de los males más comunes asociados a la vista. Hoy, hasta un tercio de la población mexicana sufre de miopía, y la UNAM proyecta que para el 2025 el 70% de la población joven se verá afectada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la miopía como un defecto refractivo (junto al astigmatismo e hipermetropía) que impide ver claramente objetos distantes debido a la incapacidad del ojo para enfocar imágenes resultando en una visión borrosa. Si bien, no hay estudios concluyentes sobre el origen de la miopía en el cuerpo, si hay cuando menos dos factores que pueden ser determinantes: la genética y el medio ambiente.
Estos dos aspectos combinados pueden detonar miopía en una persona. De manera particular, el medio ambiente y los estímulos actuales a los que sometemos a nuestros ojos han disparado los índices de miopía en nuestro país y en el mundo.
Estudios actuales muestran una correlación entre los hábitos conductuales de los infantes con el aumento de miopía, pues los niños que pasan más tiempo al aire libre tienden a desarrollar menos problemas visuales. Se piensa que es debido a que hay una gran diferencia entre estar expuesto a la luz natural en contraste con la luz artificial de bombillas o dispositivos electrónicos. Parece ser que luz natural, de manera moderada, ayuda al desarrollo oportuno del globo ocular, además de que, en exteriores, los niños pueden ejercitar su vista a largas distancias.
Estar en ambientes cerrados, con poca luz como oficinas y salones mientras se realizan actividades como lecturas de manera prolongada puede ser poco beneficioso para la vista, principalmente porque la luz artificial no proporciona una iluminación tan efectiva como la natural, por lo que nuestros ojos se deben esforzar más de lo normal. Por ello se recomienda a los niños pasar de 3 a 7 horas al aire libre durante la semana.
La inclusión de dispositivos electrónicos en la vida diaria también es un factor que los investigadores toman en cuenta. Hay líneas de investigación que parecen sugerir que el uso de videojuegos de manera prolongada puede incrementar la dioptría de un ojo miope, dado que muchos de estos aparatos requieren de enfocar continuamente de cerca. Se recomienda, especialmente a los infantes, su uso moderado.
Por último, los expertos recomiendan, en la medida de lo posible, implementar hábitos que reduzcan el impacto de las pantallas electrónicas a nuestros ojos. Tomarse descansos de 10 a 20 minutos después de lecturas prolongadas, parpadear, adquirir posturas que eviten acercarnos demasiado al objeto en cuestión, son solo algunas de las pequeñas estrategias que podemos llevar a cabo en nuestro día a día.
Ir al optometrista es indispensable para un diagnóstico oportuno. Los anteojos y lentes de contacto son maneras efectivas de tratar y controlar el incremento de la miopía. En algunos casos también es recomendable la cirugía ocular. Consulta a un especialista que te ayude a considerar cual sería tu mejor opción.