Los infantes son uno de los grupos que por su edad más dependen del sentido de la vista, pues con él empiezan a experimentar el mundo que les rodea, reconocen los rostros de sus familiares e identifican su entorno inmediato. A medida que los niños crecen, sus ojos también lo van haciendo adaptándose a sus necesidades. Es por ello que cuidar de los ojos en esta etapa es determinante para su salud visual posterior.
Como padres, es necesario estar atentos a la salud visual de los más pequeños, principalmente porque las molestias en los ojos suelen ser menos evidentes, pero ignorar estos problemas a la larga puede repercutir en un deterioro de la agudeza visual.
Con la finalidad de brindarle a los padres los conocimientos básicos para poder ayudar a sus hijos a cuidar de su salud visual, es que te presentamos esta lista de 7 cosas que debes tener presente sobre la salud visual de tus hijos:
En los primeros meses de vida, los ojos de los bebés aún siguen formando conexiones entre los nervios ópticos y el cerebro, por lo que su visión central sigue en desarrollo. A partir de los 3 meses un bebé promedio es capaz de enfocar y seguir objetos, pues su coordinación visual habrá mejorado para ese entonces. Hasta este momento, el bebé puede tener una especie de estrabismo transitorio, pues sus ojos se han desarrollado dentro del útero y estos se están adaptando a los estímulos del mundo exterior, tales como la luz.
Si los problemas de alineación de los ojos persisten lo mejor es consultar con un oftalmologo, quien determinará si se trata de una condición temporal o no. Los diagnósticos de estrabismo se dan entre los años 1 y 4, y rara vez es un problema que aparece pasando la edad de 6. En Estados Unidos, el 4% de los niños es diagnosticado con estrabismo. Lo habitual es que el niño no detecte problemas en su visión, sino que sean los padres u otras personas cercanas quienes perciban la falta de alineación en los ojos.
Al nacer, la mayoría de los niños tienen un grado de hipermetropía, sin embargo no se considera un problema ya que los músculos visuales pueden compensar la capacidad para ver de lejos. Este problema se corrige conforme el ojo crece y alcanza su madurez, pero si el grado de hipermetropía es muy significativo, será necesario que el niño utilice lentes para auxiliar su visión, de lo contrario, podría desarrollar ambliopía (ojo vago o flojo) e incluso estrabismo acomodativo.
Aunque la evidencia aún no es contundente, parece haber una relación entre el uso prolongado de pantallas electrónicas con el aumento de población con miopía alrededor del mundo. La concentración que requiere el uso de pantallas también produce el llamado síndrome visual informático, una serie de molestias pasajeras que pueden causar fatiga visual, resequedad ocular, además de dolores de cabeza y malestar.
Los problemas que un infante podría desarrollar en su vista no son tan obvios en ocasiones, por lo que es necesario estar al pendiente de sus hábitos y formas de hacer las cosas. Si pierde el interés rápidamente en actividades que involucran leer, si tiene dificultad para seguir una lectura, o si su rendimiento en clases ha bajado, esto podría deberse a que el niño en cuestión no tiene una buena agudeza visual pero no encuentra la manera de expresarlo. El uso de gafas es lo más recomendado en estos casos.
Otros signos que podrían evidenciar una mala capacidad visual son el tropezar constantemente, mirar “de lado” un objeto que tienen de frente y evitar actividades que les requieran enfocar los ojos por un tiempo prolongado.
Aunque las cataratas son un mal relacionado a la edad (aparecen con más frecuencia en personas mayores de 60 años), lo cierto es que los niños también pueden presentarlas. Son congénitas cuando se nace con ellas, y también pueden ser adquiridas si se desarrollan durante la infancia. Los pediatras y el oftalmologo, son capaces de detectar si el ojo de un niño tiene cataratas ya desde los primeros meses de vida, por lo que es importante acudir al médico.
El daltonismo es una afección que dificulta la distinción de colores (en la mayoría de los casos, el rojo y el verde). Este problema se suele detectar cuando el niño está aprendiendo los colores, ya sea en la escuela o en casa, y aunque esta condición no afectará su rendimiento futuro, entenderla nos ayudará a hacer más llevadero el proceso de aprendizaje del niño. Los varones son más propensos que las mujeres a tener daltonismo, pues la herencia de este gen está ligada al cromosoma X proveniente de la madre.
Con esta información tendrás más herramientas para acompañar el desarrollo de los ojos de los niños a tu alrededor. Como ya dijimos, una de las dificultades en la detección de afecciones visuales en niños es la incapacidad que tienen ellos de expresar que algo anda mal con su vista, pero con apoyo, comprensión e interés, seremos capaces de detectar estas molestias y tratarlas con ayuda de un oftalmólogo.
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