Videre - Clinica de Ojos

¿Qué pasa si no te operas de las cataratas?

Escrito por VIDERE | 19/12/2020 07:00:00 PM

La catarata en los ojos es una afección que muchas veces deriva del envejecimiento, de algunos padecimientos como la diabetes o el tratamiento prolongado de algunos medicamentos. Esta enfermedad se presenta cuando el paciente experimenta un deterioro de la visión, consecuencia de la pérdida de transparencia del cristalino.

Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS)

Cuando una persona presenta cataratas, es importante que busque las opciones adecuadas para dar solución a la misma. Tanto la seguridad social como la práctica privada ofrecen alternativas para este padecimiento. En ambos casos, se tiene muy claro que se recomienda operar, en cuanto la agudeza visual del paciente se vea deteriorada.

 

Usualmente, las cataratas se presentan después de los 50, cuando la lente natural de los ojos comienza a perder transparencia y la opacidad que se presenta limita las actividades del día a día e incluso puede generar dificultad para desplazarse con naturalidad.

 

En la operación de cataratas se reemplaza la lente natural del ojo. En concreto, el cristalino es reemplazado por una lente artificial que puede durar permanentemente. Pensando en el ojo como una cámara de fotos, el cristalino es la lente que se encarga de enfocar para que las personas vean con nitidez. En ese sentido, cuando se desarrolla la catarata es como si el lente se empañara de forma irreversible.

 

Por ello, si se deja pasar el tiempo la catarata se endurece y su extracción será más arriesgada. Con la tecnología actual, el procedimiento consiste en fragmentar y aspirar la catarata a través de una micro incisión. Debido a lo anterior, si la catarata se vuelve muy dura pueden surgir dificultades para realizar este procedimiento. Y, en caso de no operarse, con el tiempo, el paciente podría perder la visión.

Es importante que sepas que la operación de cataratas es una de las más frecuentes y seguras. Después de la intervención, el paciente volverá a disfrutar de una visión nítida, sin neblina y con colores más vivos. Podrá ver mejor en ambientes poco iluminados y de noche, por lo que los riesgos de tropiezo o caída disminuirán. Para una orientación más precisa, puedes acercarte a tu especialista de confianza para disipar tus dudas.

 

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