Cirugía láser: ventajas e inconvenientes

Avalado por Médicos del Consejo Mexicano de Oftalmología y por Miembros del Consejo Americano de Oftamología (ASCARS). 

Los avances tecnológicos en medicina han mejorado la calidad de vida de miles de personas.

Entre estos, destaca la cirugía láser como una de las operaciones más seguras para solucionar distintos padecimientos de los ojos.

Sin embargo, si estás considerando someterte a un procedimiento de este tipo, es importante que consideres distintos factores.

¿Qué es la cirugía láser?

La cirugía láser es un procedimiento que modifica una parte de la estructura del ojo para solucionar errores de refracción como miopía y astigmatismo.

Se realiza anestesiando este órgano por medio de gotas y su duración es de quince a veinte minutos.

Entre sus ventajas se encuentran:

• La cirugía es ambulatoria y rápida.

• La recuperación posterior a la cirugía es de un día. Luego de éste, el paciente puede retomar las tareas cotidianas.

• Por lo general es indolora y, de existir molestias, estas pasan en unas horas.

• El riesgo de la cirugía es muy bajo.

• El paciente experimenta una notable mejoría en su calidad de vida, pues recupera su agudeza visual.

• A su vez, este se libera de depender de lentes o lentes de contacto, que se pierden, rompen y que, por altas graduaciones, su precio es igual de elevado.

Los inconvenientes de este procedimiento son a largo plazo, puesto que posterior a la cirugía se experimenta una recuperación casi inmediata de las facultades visuales.

Sin embargo, también se pueden presentar:

• Efectos secundarios, como ojos secos, halos de luz o reflejos, sobre todo por la noche.

• Por condiciones comunes de la visión como la vista cansada o presbicia, es posible que el paciente vuelva a utilizar lentes con el paso de los años. 

• Ciertas personas tienen problemas también en adaptarse a la nueva condición visual, tomándose incluso semanas en asimilar las variaciones.

• Esta cirugía no se recomienda para personas menores de 20 años, con problemas hormonales, diabetes o que padezcan de enfermedades de los ojos como glaucoma.

Antes de someterte a un procedimiento de cualquier tipo, consulta con especialista quien examinará y podrá decidir si eres un buen candidato para cirugía.